Inteligencia => El acto de escuchar música durante los primero años nos da la posibilidad de crear patrones en el cerebro. Al nacer, poseemos billones de neuronas que, si no son utilizadas, con el tiempo las vamos perdiendo poco a poco. El recibir estímulos externos (en este caso la música) hace que más neuronas se queden activas en el cerebro, por lo que poseemos de más neuronas a la hora de aprender y desarrollar nuevas cosas y nuevos talentos.
Memoria => Trabajar la memoria con la música es de las cosas más fáciles para ellos, ya que la música se interioriza mejor que algún contenido, pues es una melodía agradable a los oídos. Además, escuchar música recuerda como realizar ciertas tareas al crear hábitos o rutinas con músicas, les favorece que al volver a oír la misma melodía, recuerden con facilidad qué tienen que hacer y volver a reproducirla.
Entendimiento => El entendimiento y el lenguaje son ayudados por la habilidad de procesar información más rápidamente. Aquellos niños que escuchen música de manera regular tienen un mayor coeficiente intelectual. Los niños se acostumbran a escuchar diferentes sonidos complejos, los cuales les ayudarán a discernir el lenguaje.
Salud=> La música puede ayudar a restaurar las respiraciones aceleradas de relajarnos, de calmarnos físicamente y mentalmente, puede aliviar el dolor e incluso, se ha dado caso de recuperar el habla en gente que tenía el lenguaje perdido, como el llamado "experimento Mozart".
Emociones=>Las emociones están vinculadas a la música pues es imposible sentirse feliz escuchando una canción triste, pues la música nos llena de emociones y de sensaciones. La música suave te ayuda a calmarte, la clásica a relajarte, y por esta misma causa, algunos incluso utilizan música para poder estudiar o dormir. La música desde la infancia nos despierta emociones y nos ayuda a estimular o activar a los pequeños con canciones muy alegres.